Sin dudas, el RX-7 es uno de los deportivos más famosos de Mazda, en especial esta tercera generación, llevando la posta de un largo legado de modelos RX con motor rotativo que datan del RX-2 de 1970. Con un pequeño motor 13B-REW de 1.3 litros y doble rotor, además de un bajo peso y un diseño único (contemporaneo hasta el día de hoy), el biplaza de Mazda se consagraría como un reconocido deportivo que le podía hacer frente a los grandes por su elasticidad y alto dinamismo, herencia de aquel primer Mazda 110S. Su popularidad lo llevo a ser inmortalizado en juegos de video (Gran Turismo), series de animación japonesa (Initial D) y a ser un apetecido juguete para el drifting. Sin dudas es el gran embajador del motor rotativo para Mazda.