En el 2004 Porsche dio a conocer la nueva generación de modelos 911 Carrera y 911 Carrera S, o 997. Los claros faros ovalados con luces intermitentes separadas en la parte frontal eran un retorno visual a los modelos 911 más antiguos.
El 997 fue un deportivo de alto rendimiento, con un motor de 3.6 L que entregaba 325 CV, mientras que el nuevo motor de 3.8 L del Carrera S erogaba 355 CV. El chasis también fue reelaborado sustancialmente, y el modelo Carrera S vino de serie con el Porsche Active Suspension Management (PASM). En 2006 Porsche introdujo el modelo 911 Turbo, el primer vehículo fabricado en serie con motor de nafta que incluía un turbo con turbina de geometría variable.
Las mejoras del modelo en el otoño del 2008 hicieron que el 997 fuera aún más eficiente, gracias a la inyección directa de combustible y a una transmisión de doble embrague.
Esta generación entre todas sus versiones tuvo 24 variantes.