Esta rareza de General Motors hizo su aparición en la cuarta película de la saga, como vehículo elegido por Dominic Toretto para llevar adelante un asalto a un pipa de combustible. Adelantar a estas moles no es un mayor problema para el Buick, ya que cuenta con un V6 de 3.8L sobrealimentado por un turbo Garret T-3 que le proporciona 276 Hp y 359 Lb-ie. Desarrollado junto a McLaren/ASC, el Buick Grand National GNX fue uno de los últimos exponentes de los Muscle Cars de la vieja escuela, otorgándole un poco de diversión a la meseta creativa que sufría la industria norteamericana en los 80.